Nos acercamos al comienzo de la temporada estival. Este periodo está fuertemente marcado en nuestra actividad por los diferentes flujos turísticos que dinamizan los valles que nos rodean. Es una época del año intensa y exigente para nuestros clientes, pues muchos de ellos funcionan al cien por cien en estos meses de verano.
La estacionalidad del sector de la hostelería y la restauración en el territorio que habitamos ha sido siempre una dificultad añadida. La planificación es clave, y se necesita una capacidad de respuesta y de esfuerzo extra testada temporada tras temporada. Profesionalidad, compromiso, disponibilidad y flexibilidad. Todos necesitamos remar en la misma dirección para que los visitantes que se acercan a los valles pirenaicos puedan disfrutar de una experiencia completa y satisfactoria.
En Copima estamos preparándonos durante todo el año. Mantenemos la misma estructura durante los meses de temporada baja para que cuando llegue el momento de la verdad, todo esté en su sitio. El personal es el mismo y el servicio también, aunque las líneas telefónicas vayan bastante más ocupadas y tengamos que redoblar esfuerzos para atender todos los pedidos.
Este verano, en tus vacaciones en el Pirineo, verás que estamos presentes. Acompañándote para que puedas saborear lo mejor de nuestra tierra, con frescura y calidad. Como dice nuestro eslogan, sabemos de sabores, pero también sabemos que estar presentes cuando más nos necesites con un servicio constante de calidad garantiza tu tranquilidad. Con ese objetivo trabajamos doce meses al año.